Tosepan, resistencia indígena y cooperativismo

La Unión de Cooperativas Tosepan, de la zona serrana de Puebla y Veracruz, compartirá este fin de semana su historia, que abarca casi medio siglo de lucha por la tierra y de organización productiva para el sustento, en una charla con la Red de Cooperativas Culturales de la Ciudad de México y la comunidad vecinal de la Casa de la Cultura Las Jarillas.

El pretexto de la reunión es revisar en conjunto y con preguntas en mano la historia ya vertida en la publicación ¡Somos Tosepan! 40 años haciendo camino, un trabajo de recuperación de la memoria y experiencias de esta red realizada por Rosario Cobo, Lorena Paz Paredes y Armando Bartra, integrantes de Circo Maya (Instituto de Estudios para el Desarrollo Rural Maya) y publicado por la Rosa-Luxemburg-Stiftung a finales de 2018, en el marco de su aniversario.

sábado 12 de octubre, 5 pm
Casa de Cultura Las Jarillas [Facebook]
Sur 109, esquina con Plutarco, Iztacalco, Ciudad de México
[cerca de Metrobús Canela]
Entrada libre | Cupo limitado

Compartimos dos breves fragmentos sobre la historia de la Tosepan:

¡Dulce comienzo!

El Movimiento Cooperativo Indígena de la Sierra Nororiental de Puebla se inició en 1977 y se formalizó en 1980 con la constitución de la Cooperativa “Tosepan Titataniske” (Unidos Venceremos, en náhuat). Los socios fundadores se propusieron encontrar solución al problema de la carestía de los productos básicos para la alimentación de las familias, ya que en aquellos tiempos era la demanda más sentida por toda la población. Se puede decir que los fundadores tuvieron un “dulce comienzo”, pues la primera actividad que emprendieron fue la de adquirir el azúcar a un precio más bajo. En aquellos años el kilogramo fluctuaba entre los $10.00 y los $12.00 en el comercio particular, mientras que el precio oficial era de $2.15. Con aportaciones de 50 y 100 pesos los socios de las primeras cinco comunidades lograron juntar un capital suficiente para comprar hasta 20 toneladas de azúcar cada mes y distribuírsela a $3.00 en sus propias comunidades. Esta primera lucha no fue fácil, pero con los resultados obtenidos los socios “nos dimos cuenta que juntos podíamos hacer cosas y que si nos manteníamos unidos, seríamos fuertes” (palabras de don Luis Márquez Tirado, socio fundador). [Tomado del sitio web de la Tosepan]

¿Quiénes somos?
En 2017 la Unión festejó sus 40 años de vida. Ha pasado casi medio siglo desde que los fundadores de nuestra organización empezaron la lucha por bajar el precio del azúcar y poner tiendas propias para el abasto. Porque entonces padecíamos mucho la carestía de alimentos, además del mal pago de acaparadores a nuestras cosechas. Fuimos como setecientos los que empezamos esta larga batalla conta la injusticia y por una vida mejor para la gente de la región. Los pioneros éramos de Panahuista, Ayotzinapan, Xiloxochico, Yancuictallpan y Tzicuilan. Poco después las mujeres de Jonotla pusimos nuestro granito de arena ayudando a correr a los caciques del pueblo.

De aquella época a los tiempos que corren ya pasaron por nuestra organización hasta cuatro generaciones de cooperativistas y varios de los luchadores que principiaron ya murieron. En 1977 éramos unos cuantos, en 2018 tenemos 36 mil socias y socios, agrupados en 430 cooperativas de otras tantas comunidades ubicadas en 29 municipios de la sierra nororiental de Puebla y otros tres de Veracruz.

La unión está integrada por mujeres y hombres indígenas y mestizos. Ocho de cada diez socios somos maseualej o tutunakus, y seis ed cada diez somos mujeres. Además de campesinos con tierra propia o rentada, también de la Tosepan participamos jornaleros, artesanos, maestros, estudiantes, albañiles, carpinteros, amas de casa, así como niñas y niños.

Hoy tenemos cooperativas de producción y comercialización, de financiamiento, de servicios de salud, de educación, de vivienda… Pero no siempre fue así. Epifanio García, fundador de la Cooperativa cuenta: Primero empezamos con el abasto. Luego le entramos a la comercialización de la pimienta, pues el acaparador se quedaba con dos tantos y nosotros nomás con uno. Luego seguimos con el café, la naranja, el zapote, el mamey… Y nos fuimos dando cuenta de que la organizados podíamos tener una vida mejor […]

Del libro ¡Somos Tosepan! 40 años haciendo camino.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *